El 30 de mayo de cada año, los canarios, celebramos el Día de Canarias
en recuerdo de la fecha de constitución del primer parlamento
autonómico, en 1983. El Estatuto de Autonomía de Canarias , en su
artículo 6, establece que: "La bandera de Canarias está formada por
tres franjas iguales en sentido vertical, cuyos colores son a partir del
asta, blanco, azul y amarillo"
El 30 de mayo de cada año, los canarios, celebramos el Día de
Canarias en recuerdo de la fecha de constitución del primer parlamento
autonómico, en 1983. El Estatuto de Autonomía de Canarias , en su
artículo 6, establece que: "Canarias tiene escudo propio, cuya
descripción es la siguiente: en campo de azur trae siete islas de plata
bien ordenadas, dos, dos, dos y una, esta última en punta. Como timbre
una corona real de oro, surmontada de una cinta de plata con el lema
"Océano" de sable y como soportes dos canes en su color encollarados."
El 30 de mayo de cada año, los canarios, celebramos el Día de
Canarias en recuerdo de la fecha de constitución del primer parlamento
autonómico, en 1983. La Ley 20/2003 , de 28 de abril, del Himno de
Canarias, establece en su artículo 1 como himno de Canarias la melodía
correspondiente al Arrorró, de la obra Cantos Canarios de Teobaldo Power
y Lugo-Viña.
El Decreto 95/2003, de 21 de mayo, por el que se regulan los usos del himno de Canarias, establece en su artículo 1 que:
"El
himno de Canarias deberá ser interpretado en los actos oficiales de
carácter público y especial significación organizados por la Comunidad
Autónoma y las Entidades locales canarias:
a) Cuando asistan el
Presidente del Gobierno de Canarias, el Presidente del Parlamento de
Canarias o el Vicepresidente del Gobierno de Canarias.
b) Los actos de homenaje a la bandera de Canarias.
c) Los actos oficiales que conmemoren fiestas locales.
d)
Los actos culturales, científicos y deportivos o de cualquier otra
naturaleza a los que asista una representación oficial de la Comunidad
Autónoma de Canarias o que se autoricen por la Presidencia del Gobierno,
a propuesta de las instituciones autonómicas o de las entidades
locales, por entender que son de especial significación.
Letra:
Soy la sombra de un almendro, soy volcán, salitre y lava.
Repartido en siete peñas late el pulso de mi alma.
Soy la historia y el futuro, corazón que alumbra el alba de unas islas que amanecen navegando la esperanza.
Luchadoras en nobleza bregan el terrero limpio de la libertad.
Ésta es la tierra amada: mis Islas Canarias.
Como un solo ser juntas soñarán un rumor de paz sobre el ancho mar.
Este blog trata de temas usuales en la vida cotidiana sobre todo en una etapa muy importante en la vida de todas las personas... La etapa de la adolescencia en la que empiezas a ver la vida con otros ojos :)
miércoles, 29 de mayo de 2013
Poemas de Canarias:
Poemas Canarios:
Tomás Morales (1885-1921):
Puerto de Gran Canaria sobre el sonoro Atlántico,
con sus faroles rojos en la noche calina
y el disco de la luna bajo el azul romántico
rielando en la movible serenidad marina
Silencio en los muelles en la paz bochornosa,
lento compás de remos, en el confín perdido
y el leve chapoteo del agua verdinosa
lamiendo los sillares del malecón dormido
Fingen en la penumbra fosfóricos trenzados
las mortecinas luces de los barcos anclados
mirando entre las ondas muertes de la bahía.
Y de pronto, rasgando la calma, sosegado,
un cantar marinero, monótono y cansado,
vierte en la noche el dejo de su melancolía.
Tomás Morales (1885-1921):
Puerto de Gran Canaria sobre el sonoro Atlántico,
con sus faroles rojos en la noche calina
y el disco de la luna bajo el azul romántico
rielando en la movible serenidad marina
Silencio en los muelles en la paz bochornosa,
lento compás de remos, en el confín perdido
y el leve chapoteo del agua verdinosa
lamiendo los sillares del malecón dormido
Fingen en la penumbra fosfóricos trenzados
las mortecinas luces de los barcos anclados
mirando entre las ondas muertes de la bahía.
Y de pronto, rasgando la calma, sosegado,
un cantar marinero, monótono y cansado,
vierte en la noche el dejo de su melancolía.
Pedro García Cabrera (1905-1981) "Las islas en que vivo":
Un día habrá una isla
que no sea silencio amordazado
Que me entierren en ella,
donde mi libertad dé sus rumores
a todos los que pisan sus orillas.
[...]
Un día habrá una isla
que no sea silencio amordazado
Que me entierren en ella,
donde mi libertad dé sus rumores
a todos los que pisan sus orillas.
[...]
Fernando García-Ramos
Que libre campo es el mar.
nadie lo asurca ni siembra,
ni tiene majanos blancos,
ni tiene lindes ni cercas.
Fruto es el peje en la barca,
si el campesino lo pesca;
hay que adentrarse sin miedo,
hay que meterse en la brega,
hay que bogar duramente
contra el viento y la marea,
bajo el sol que no perdona,
bajo la noche sin tregua.
Que libre campo es el mar.
nadie lo asurca ni siembra,
ni tiene majanos blancos,
ni tiene lindes ni cercas.
Fruto es el peje en la barca,
si el campesino lo pesca;
hay que adentrarse sin miedo,
hay que meterse en la brega,
hay que bogar duramente
contra el viento y la marea,
bajo el sol que no perdona,
bajo la noche sin tregua.
Canarias:
[...]
Mi patria es una isla,
mi patria es una roca,
mi espíritu es isleño
como los riscos donde vi la aurora.
[...]
Mi patria es una isla,
mi patria es una roca,
mi espíritu es isleño
como los riscos donde vi la aurora.
Víctor Zurita Soler (1886-1939). "La canción de los castillos":"
Callados, abatidos, los férreos castillos
levántanse medrosos al lado de la mar...
Sin balas, ni cañones, ni guardas, ni caudillos,
cegados ya los fosos y rotos los rastrillos,
no entonan en la noche su indómito cantar.
Las luces del fogueo no alumbran las troneras;
desiertas las terrazas, en ruina el torreón,
no flotan ya en los aires purpúreas banderas,
ni cruzan por las aguas, erguidas y ligeras
las naves enemigas de osado pabellón.
Callados, abatidos, los férreos castillos
levántanse medrosos al lado de la mar...
Sin balas, ni cañones, ni guardas, ni caudillos,
cegados ya los fosos y rotos los rastrillos,
no entonan en la noche su indómito cantar.
Las luces del fogueo no alumbran las troneras;
desiertas las terrazas, en ruina el torreón,
no flotan ya en los aires purpúreas banderas,
ni cruzan por las aguas, erguidas y ligeras
las naves enemigas de osado pabellón.
José Plácido Sansón Grandy (1815-1875):
Al Mar de mi Patria:
Baña las costas de mi patrio suelo
un mar, rey de los mares de Occidente;
en él, aun niño sumergí mi frente,
en él, ya grande, divertí mi duelo.
Imagen de la paz que tanto anhelo,
lo he visto manso, halagador, riente,
y luego, imagen de la guerra, hirviente
subir bramando hasta tocar el cielo.
¡Hoy... del distante, mi dolor le nombra;
y aparecerse en mis sueños miro
del Atlántico mar la inmensa sombra!
Y con la mente a sus orillas giro,
y recostado en su cerúlea alfombra,
por mi visión al despertar suspiro.
Al Mar de mi Patria:
Baña las costas de mi patrio suelo
un mar, rey de los mares de Occidente;
en él, aun niño sumergí mi frente,
en él, ya grande, divertí mi duelo.
Imagen de la paz que tanto anhelo,
lo he visto manso, halagador, riente,
y luego, imagen de la guerra, hirviente
subir bramando hasta tocar el cielo.
¡Hoy... del distante, mi dolor le nombra;
y aparecerse en mis sueños miro
del Atlántico mar la inmensa sombra!
Y con la mente a sus orillas giro,
y recostado en su cerúlea alfombra,
por mi visión al despertar suspiro.
Ramón Gil Roldán y Ríos (1840-1891):
Y ya has partido. Inquieta la murada
busca en el mar de tu bajel la vela
y llorosa y marchita y desolada
lánzase audaz tras la espumosa estela
que el buque deja en el cristal marcada.
Antonio Rodríguez López (S.C.La Palma 1836-id.1901):
¡Oh tiempo, tiempo! tu invisible planta
Todo en su grave paso lo atropella...
Tras tí sólo el recuerdo se levanta;
Que son del tiempo los recuerdos huella.
¿Qué queda ya de mi niñez serena
Del agitado mar en las orillas?
La playa sola en cuya azul arena
Conchas buscaba y blancas piedrecillas
¿Qué ha dejado mi dicha en la ribera?
Una peña, dulcísima memoria
De cariño y placer, que guarda entera
De mi secreto corazón la historia.
Y ya has partido. Inquieta la murada
busca en el mar de tu bajel la vela
y llorosa y marchita y desolada
lánzase audaz tras la espumosa estela
que el buque deja en el cristal marcada.
Antonio Rodríguez López (S.C.La Palma 1836-id.1901):
¡Oh tiempo, tiempo! tu invisible planta
Todo en su grave paso lo atropella...
Tras tí sólo el recuerdo se levanta;
Que son del tiempo los recuerdos huella.
¿Qué queda ya de mi niñez serena
Del agitado mar en las orillas?
La playa sola en cuya azul arena
Conchas buscaba y blancas piedrecillas
¿Qué ha dejado mi dicha en la ribera?
Una peña, dulcísima memoria
De cariño y placer, que guarda entera
De mi secreto corazón la historia.
El Puerto. Juan Millares Carló:
Puerto de Refugio, puerto de la Isleta,
donde hallan cobijo todas las naciones
y tiñen el cielo, como una paleta,
todos los colores de sus pabellones.
Suenan en las calles múltiples acentos
que truenan los aires con su algarabía,
y se mezclan risas a los juramentos
que, borracha, lanza la marinería.
Junto a los navíos de gran tonelaje
que en el dique grande vuelcan su pasaje,
avanza un velero con andar cansino...
El muelle parece sobre el Océano
el índice recto de enérgica mano
que, implacablemente, señala al destino.
(Juan Millares Carló, de Estampas de mi tierra, 1937)
Puerto de Refugio, puerto de la Isleta,
donde hallan cobijo todas las naciones
y tiñen el cielo, como una paleta,
todos los colores de sus pabellones.
Suenan en las calles múltiples acentos
que truenan los aires con su algarabía,
y se mezclan risas a los juramentos
que, borracha, lanza la marinería.
Junto a los navíos de gran tonelaje
que en el dique grande vuelcan su pasaje,
avanza un velero con andar cansino...
El muelle parece sobre el Océano
el índice recto de enérgica mano
que, implacablemente, señala al destino.
(Juan Millares Carló, de Estampas de mi tierra, 1937)
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